SANTIAGO, Chile.-
Sacudido, en el último tiempo, por furiosos desastres naturales y por
accidentes letales, el archipiélago chileno de Juan Fernández, ubicado en el
Pacífico Sur, volvió silenciosamente a ubicarse en el foco del interés mundial.
Isla Robinson Crusoe, la principal de
las tres que conforman el archipiélago
(Foto: Flickr/ Fundación Jardín Botánico
Nacional de Viña del
Mar)
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Uno de los escasos puntos
conocidos desde el cual este evento será visible es precisamente el
archipiélago chileno.
En la isla Robinson
Crusoe -la principal de las tres que lo conforman, y la única habitada de forma
regular- las llagas del pasado reciente aún no sanan: el tsunami que barrió con
ella tras el sismo de febrero de 2010 y el accidente aéreo de comienzos de
septiembre de este año, en el cual perdieron la vida 21 pasajeros, aún están
frescos en el imaginario local.
Pero nuevos bríos
remecen sus costas y ya se espera la mayor avalancha de turistas de toda su
historia para 2012, tras el interés que se desató después de la transmisión de
un programa especial de The History Channel sobre la isla, titulado "La
isla del Apocalipsis".
"Una remota isla
en el Pacífico, envuelta en brumas, puede contener la clave que dejaron los
mayas y que estuvo perdida durante mil años, aunque estuviera oculta a plena
vista", anunció el documental, basado en una investigación de 15 años del
arqueólogo norteamericano, Jim Turner, que intenta dar con las claves del fin
del calendario maya, fijado para el 21 de diciembre de 2012.
"Los mayas no
percibían la vida del mismo modo, sino como un ciclo que se repite. Es un
círculo: todo tiene un principio y un final. La obsesión maya de medir el
tiempo se detuvo en esta fecha. Aún no sabemos por qué", explica el
escritor místico norteamericano Mitch Horowitz.
Un misterioso monolito
Las teorías de Turner
se basan en el hallazgo fortuito de un monolito maya, de 45 metros de altura,
en el sector El Yunque, en Robinson Crusoe, en 1995.
El monumento permanece
envuelto por nubes y bruma durante la mayor parte del año y es sólo visible en
verano.
Tallado en roca
volcánica, muestra una especie de serpiente, secundada por un jaguar agachado.
Ambos están orientados hacia el horizonte que mostrará el eclipse total y en
sus cercanías estaría el llamado Santo Grial de la arqueología moderna, la
cripta del rey maya Kam Balam, hijo del Gran Pacal y reencarnación de todos los
dioses, cuyo paradero ha sido buscado incansablemente durante siglos.
El arqueólogo confirmó
su tesis con el códice de Dresde -conservado en la Sächsische Landesbibliothek
alemana-, el cual fue incautado por Hernán Cortés a los mayas, y es reconocido
hoy como una de las llaves para desentrañar los misterios de la civilización
centroamericana.
¿Qué hace un monolito
maya en una isla perdida en el Pacífico Sur? Como en todo misterio que se
precie de tal, las preguntas exceden las respuestas.
"Creo que el
monumento fue levantado para que los dioses y los reyes pudiesen regresar para
presenciar el fin de los tiempos. La tumba de Kam Balam -cuya traducción es
serpiente-jaguar, orientado al sol- debería ser descubierta el próximo año para
que él sea el principal testigo de la muerte de la era clásica", aventura
Turner.
De forma solapada,
comenzaron entonces a multiplicarse los llamados a la isla para reservar
alojamiento para el próximo año y asegurar boletos para el esperado
desplazamiento de Venus, que comenzará 40 días antes de la fecha del eclipse, y
el preciso momento en que el disco solar sea completamente tapado.
Fascinación y suvenires
Los principales
interesados son turistas norteamericanos y europeos, fascinados por la
interrogante que representa el archipiélago.
En el poblado de San
Juan Bautista ya se venden suvenires, como jarrones y remeras con referencias a
la profecía maya. También han comenzado a agotarse las escasas plazas
disponibles para alojamiento durante el próximo año.
"Será un período
de catástrofes y de grandes sucesos", dice a La Nacion el alcalde del
archipiélago, Leopoldo González. "Nosotros seremos una excepción. Desde ya
estamos trabajando para ampliar la capacidad hotelera, reducida a menos de cien
camas después del tsunami. Esperamos alcanzar las 500 plazas para el próximo año,
incluyendo hoteles y las propias casas de los pescadores", agrega el
esperanzado alcalde.
No es todo. González
también se reunirá este miércoles en el palacio presidencial de La Moneda con
el presidente Sebastián Piñera para recordarle las promesas gubernamentales
hechas tras el accidente de septiembre: básicamente, un memorial para los
fallecidos y el mejoramiento del precario aeropuerto.
En los próximos meses
también debería estar listo un camino interior que conecte la pista de
aterrizaje con el pueblo -hoy ese tramo debe ser hecho por mar- y la
iluminación de la misma.
El escenario
Tsunami. El 27 de
febrero de 2010, el tsunami dejó 5 muertos y destrozos en el archipiélago.
Tragedia. En
septiembre, se estrelló un avión con 21 pasajeros que intentaba aterrizar en
Robinson Crusoe: todos murieron
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