* Gráfico sobre el
sector minero peruano: http://link.reuters.com/rux55s
LIMA (Reuters) - La
paralización de la mayor inversión minera en la historia de Perú tras fuertes
protestas sociales amenaza con poner un freno a las inversiones por más de
50.000 millones de dólares que espera el sector clave de la economía local.
Un grupo de personas
realiza una
manifestación en
contra del proyecto
minero Conga.
Cajamarca Perú
|
En lo que va del año,
tres importantes proyectos mineros con inversiones por casi 6.000 millones de
dólares fueron cancelados o puestos en espera en medio de protestas de
pobladores cercanos a los yacimientos que hundieron en el caos a regiones del
país.
El más reciente fue el
proyecto de oro y cobre de 4.800 millones de dólares de la estadounidense
Newmont Mining, la mayor inversión minera en la historia de Perú, que tras
resistir un mes de protestas postergó su desarrollo.
Las protestas, que
desnudaron diferencias en el Gobierno en la manera de afrontar el problema,
provocaron una fuerte crisis política en la gestión del presidente nacionalista
Ollanta Humala, apenas cinco meses después de asumir con el apoyo de los
pobladores que hoy se manifiestan.
El emblemático proyecto
Minas Conga podría ser la punta del iceberg de más paralizaciones o demoras en
proyectos en un sector que es responsable del 60 por ciento de las
exportaciones del país y uno de los motores de una década sostenida de
crecimiento económico a tasas chinas.
Sobre el proyecto de
cobre Río Blanco de la china Zijin Mining, de 1.600 millones de dólares, se
cierne la amenaza de una nueva protesta de pobladores en el norte de Perú, que
como otros en el país temen que la minería contamine sus tierras.
"La población está
decidida a defender su tierra y su agua. Nosotros como municipio lo
apoyaremos", afirmó a Reuters Sebastián Meléndez, gerente municipal del
distrito en el norte de Perú que se opone al desarrollo del plan minero.
Representantes de Zijin
en Perú no estuvieron disponibles para comentar la situación. En el 2009,
fuertes protestas contra su proyecto dejaron al menos dos pobladores muertos.
Y no es el único plan
amenazado.
Ha quedado en el limbo
el proyecto Tía María de 1.000 millones de dólares de Southern Copper , que
debe realizar un nuevo estudio de impacto ambiental para su desarrollo, tras
una ola de protestas que dejaron tres muertos.
Pese al riesgo de las
protestas, los analistas afirman que las empresas mineras siguen apostando por
Perú porque el país garantiza tasas de retorno elevadas y porque la fortaleza
de los precios de los metales se mantendría en el mediano plazo, pese a los
temores de una crisis financiera mundial.
"Es natural que
los agentes mineros estén preocupados por los últimos acontecimientos, pero
nosotros no estamos pesimistas del todo, creemos que es un efecto
temporal", dijo el analista de la correduría local Inteligo, Rodrigo
Zuazo.
Perú espera inversiones
por 51.700 millones de dólares en el sector minero -- cerca de un tercio de su
producto interno bruto nominal-- para los próximos años, enfocados en la
producción de cobre, hierro y oro, principalemnte.
El país es el segundo
mayor productor mundial de cobre y zinc, el cuarto de plomo, el segundo de
plata y sexto de oro.
PREOCUPADOS, PERO
APUESTAN
Las protestas contra
las empresas mineras se han convertido en el mayor desafío del Gobierno de
Humala, que ha afirmado que busca promover la inversión minera, pero con
responsablidad de las empresas y la garantía de que se respete al medio
ambiente.
Perú tiene más de 200
conflictos ligados a proyectos mineros y energéticos y Humala quiere
solucionarlos porque requiere de fuertes inversiones para financiar parte de
sus planes sociales.
Si bien Humala quiere
aminorar los roces con diálogos más profundos con las comunidades, anticipó que
no le temblaría la mano para evitar violentas manifestaciones.
Ejecutivos y
representantes de las mayores mineras globales dijeron que, ante los
persistentes conflictos, tienen que aprender a convivir con las protestas en
Perú y tratar de mantener buenas relaciones con las comunidades aledañas a los
proyectos.
El proyecto Cañariaco
de la canadiense Candente Copper, que espera una inversión de 1.600 millones de
dólares y que se encuentra en la región de Lambayeque vecina a Cajamarca, es
uno de los que seguiría su rumbo de desarrollo, pero con trabajo social para
evitar roces con su zona de influencia.
"La convivencia es
lo que hace que acepten el proyecto, puede que en una consulta se rechace, es
una posibilidad, lo asumimos; pero estamos trabajando y confiamos en la
capacidad de comunicación que estamos desarrollando", dijo el gerente
general de Cañariaco, Marco Marticorena.
Eduardo Llosa,
apodorado legal de la minera australiana Metminco Ltd, que prevé invertir 2.200
millones de dólares en el sur del país, se mostró preocupado, aunque ratificó
los planes de la empresa en el país.
"Los temores son
del momento, pero en ningún momento hemos pensado suspender nada. Estamos
tratando de hacer las cosas bien, no tenemos problemas tanto en la parte social
como en la parte operativa", dijo Llosa.
Anglo American, que
tiene en carpeta dos proyectos con una inversión conjunta estimada de 3.700
millones de dólares, también ratificó su interés y proyectos en el país, pese a
que uno de los proyectos de exploración fue afectado durante los días que
duraron las protestas contra Newmont.
(Reporte de Marco
Aquino, Editado por Juan Lagorio)
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