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domingo, 7 de marzo de 2010

Las mujeres en su día, avanzando pero...

Editorial “El Comercio”
Las mujeres han sabido ganar el espacio público y hacer valer los derechos que históricamente se les negó, también en la sociedad occidental tan marcada por el machismo.
elcomercio.pe Domingo 7 de Marzo del 2010
En vísperas del Día Internacional de la Mujer es oportuno y necesario preguntarnos: ¿Hay razones para celebrar? En general y desde una perspectiva amplia podemos decir que sí, en tanto nos comparemos con la sociedad de hace un siglo. Desde esa óptica no hay duda de que vivimos en un mundo mejor.

Las mujeres han sabido ganar el espacio público y hacer valer los derechos que históricamente se les negó, también en la sociedad occidental tan marcada por el machismo.

Por primera vez en la historia de nuestro país tres mujeres ocupan cargos políticos y académicos que tradicionalmente estuvieron en manos de varones. Así tenemos a la doctora Mercedes Aráoz en el Ministerio de Economía y Finanzas , a la ex ministra Verónica Zavala como la primera peruana en el directorio del BID y a la doctora Fabiola León Velarde como rectora de la prestigiosa universidad Cayetano Heredia.

También están las chicas del vóley y las campeonas Sofía Mulanovich, en tabla hawaiana, y Kina Malpartida, en box, hasta llegar a la directora de cine Claudia Llosa, quien esta noche compite en Los Ángeles por un Óscar, por primera vez en la historia del cine nacional, justamente con una película protagonizada por Magaly Solier, cuyo personaje encarna la discriminación, el maltrato y las amenazas que, en pleno siglo XXI, penden sobre la mitad de la población, es decir las mujeres.

Y qué decir de las poetas, literatas, filósofas, ingenieras, maestras que se desempeñan con eficiencia, entrega y entusiasmo tanto en el sector público como privado.

Sin embargo, es evidente que a pesar de notables avances y reivindicaciones en los ámbitos político, laboral y social, logrados gracias a las organizaciones populares de mujeres y a los movimientos feministas, queda aún mucho por hacer: persisten prejuicios y barreras que dificultan el pleno ejercicio de la igualdad en el mundo de hoy.

Una reciente encuesta de Ipsos Apoyo indica que dos de cada tres mujeres aseguran tener las mismas oportunidades de trabajo que los hombres. Sin embargo, en el mercado laboral las mujeres reciben hasta 40% menos que ellos por la misma tarea.

La violencia contra las mujeres, además, está creciendo. Según el Registro de Feminicidios del 2009 del Observatorio de Criminalidad del Ministerio Público, el año pasado 135 peruanas fueron víctimas de feminicidio.

Es decir, de homicidio por razones de género, lo que involucra la relación de la víctima con su victimario: 70% fueron asesinadas por su pareja o ex pareja; 17,8% por algún familiar y 6,7% por un amigo o conocido.

Y, se da la agravante circunstancia de que el 12,8% de las asesinadas había presentado denuncia ante el Ministerio Público por violencia familiar contra quien luego fue su verdugo. Es decir, nadie hizo nada por evitarlo. Si bien el Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social cuenta con una línea gratuita para denunciar la violencia familiar, es obvio que este es un recurso aislado e insuficiente. La cruda realidad es que las cifras mencionadas marcan una tendencia que debe revertirse.

¿Cómo hemos evolucionado en los últimos tiempos? Han pasado 15 años desde la IV Conferencia Internacional de la Mujer (Beijing, 1995) y por estos días se realiza en Nueva York la Sesión 54 de la Comisión sobre el Estatus de la Mujer de la ONU.

La cita de Beijing ayudó a que los movimientos de mujeres se situaran en el contexto internacional y se generó la plataforma de acción, acordada por los diversos estados que recogió enfoques en temas de violencia, salud, educación, trabajo, entre otros.

Este y otros compromisos internacionales son la clave para avanzar como un país que trabaja por su desarrollo armónico y justo. Como bien ha dicho el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, es imperativo moral del desarrollo “liberar a las mujeres y las niñas de la pobreza y la injusticia”.

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