Algunos creen que el traspié francés debilita peligrosamente a la eurozona. |
BBC Mundo
Este viernes, Francia confirmó una noticia que, de nuevo, sumió a la eurozona en un día negro.
La agencia de calificación de riesgo Standard & Poor's rebajó la calificación de ese país europeo de AAA a AA+, una decisión que llegó después de que los rumores por la posible rebaja causaran un desplome del euro y de varios índices bursátiles.
Italia, España, Portugal y Austria también estuvieron dentro de un grupo de nueve países europeos que sufrieron una rebaja de su calificación de riesgo.
A excepción de Austria, estos países recibieron una rebaja de dos escalones.
Alemania, sin embargo, que es la economía más grande de la eurozona, no sufrió cambios en su nota "AAA".
El ministro de Economía de Francia, Francois Baroin, confirmó la noticia tras una reunión de emergencia organizada por el presidente, Nicolas Sarkozy, con el primer ministro y otros ministros clave.
"No son buenas noticias, pero tampoco es una catástrofe", dijo Baroin. "No son las agencias de rating las que deciden las políticas francesas".
Francia todavía tiene la calificación AAA de las otras dos agencias de calificación principales, Moody's y Fitch.
La noticia coincide con el anuncio de que se atascaron las negociaciones entre el gobierno de Grecia y los bancos privados que han servido de prestamistas en relación con una posible cancelación del 50% de la deuda.
Para Grecia, alcanzar un acuerdo es una precondición para que pueda recibir la siguiente cuota del plan de rescate aprobado por el Fondo Monetario Internacional y la Unión Europea.
Sin ese dinero, el gobierno de Grecia podría quedarse sin dinero y verse forzado a dejar la moneda común.
Simbólico
La confirmación de que Francia perdió su calificación AAA es un evento de inmenso simbolismo, aunque no necesariamente tiene un impacto económico tan grande como la noticia de que Grecia puede estar acercándose peligrosamente a una cesación de pagos de su deuda.
Según Robert Preston, el editor de negocios de la BBC, algunos banqueros explicaron en este sentido que a los bancos franceses les quedará más difícil recibir dinero prestado. Esto se debe a que, en ojos de los acreedores, la fortaleza de los bancos franceses se mide por la fortaleza del sector público que serviría de apoyo en caso de crisis.
Además, la noticia podría tener consecuencias a nivel europeo: la rebaja en la calificación crediticia significa, casi inevitablemente, que también se perdería la calificación AAA vinculada que actualmente tiene el fondo de rescate europeo (European Financial Stability Facility).
Y si eso ocurriera, le quedaría aún más difícil y más costoso a la eurozona generar el presupuesto que se cree es necesario para eventualmente apoyar a países de peso en la eurozona, como Italia y España, en caso de que éstos fueran boicoteados por los inversionistas.
En este sentido, Preston se hace una pregunta clave después de haber hablado con banqueros, reguladores y funcionarios: "¿Qué significa todo esto?"
"Francamente -responde- todos dicen lo que puede verse como algo absolutamente obvio: la eurozona está lejos, muy lejos de ser reparada".
Política local y europea
Pero el análisis de la rebaja a la calificación crediticia francesa tiene otras dos aristas.
La primera es que pone en entredicho la paridad financiera entre Alemania y Francia, que es uno de los pilares fundamentales del sistema europeo.
Según explicó hace varias semanas Paul Mason, editor de economía del programa de la BBC Newsnight, esto no sólo afecta a Francia sino también a Alemania.
En Berlín, los políticos cercanos a la canciller, Angela Merkel, consideran que la aparente igualdad financiera entre las dos potencias de la eurozona es clave para el desarrollo de la unión fiscal que está en el centro de las negociaciones sobre el futuro de la moneda común.
La segunda arista está relacionada: la rebaja francesa es un golpe de primer nivel para el presidente Nicolas Sarkozy, quien está en plena temporada electoral.
En momentos en que la economía genera tanta preocupación y tanto interés, una noticia negativa para Francia debilita las aspiraciones de reelección del mandatario francés.
Estos problemas locales, a su vez, podrían afectar los acuerdos a los que llegaron los líderes de la eurozona en diciembre pasado.
El opositor de Sarkozy en las elecciones, el socialista Francois Hollande, ya anunció que se opone a algunos de los cambios en el tratado y que lo renegociaría, una noticia de que aprobarse causaría inestabilidad en los mercados financieros.
Lo que significa para Sarkozy
Hugh Schofield, BBC, París
La rebaja francesa es una noticia terrible para el presidente Sarkozy, quien sólo tiene 100 días antes de las elecciones para recuperar su enorme déficit en las encuestas detrás del socialista Francois Hollande.
Puede que a corto plazo, los efectos económicos de la rebaja sean bastante limitados. Los mercados han asumido por bastante tiempo que esto iba a pasar, así que puede que ya hayan absorbido el impacto en el precio que Francia debe pagar para pedir dinero prestado.
Pero en el plano político podría ser muy desagradable para el presidente.
Su tono en las semanas previas a las elecciones ha sido decirles a los electores que si bien él reconoce que puede no resultarles muy simpático, tiene lo que se necesita para batallar durante la crisis.
Francia está en medio de una tormenta económica -él dice-, así que es mejor darle la capitanía del barco a un capitán experimentado.
Pero este argumento se debilita cuando el país acaba de perder su calificación, y justo bajo su mandato. Y no puede decir que no importa mucho, porque durante buena parte del año pasado él les dijo a los franceses que salvaguardar la calificación AAA era una necesidad absoluta.
Para ser justos, los franceses tampoco están especialmente impresionados por la idea de que el próximo presidente pueda ser Francois Hollande. Pero eso es apenas un consuelo para Sarkozy.
Es la primera regla de la política: si usted está a cargo, usted carga con la culpa.
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