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domingo, 15 de enero de 2012

Las cosas del Orinoco

El reino de lo absurdo volvió a instaurarse la semana pasada en nuestro medio con una fuerza  que hasta generó nostalgia por el sentido común. Hechos de naturaleza contradictoria o grotesca, decisiones inauditas que movilizaron por distintas razones a grupos ciudadanos en la búsqueda de una urgente rectificación.
Se inició con los resultados de la visita oficial del presidente Ollanta Humala a Venezuela, país donde suscribió diversos acuerdos con su homólogo, Hugo Chávez. La necesidad perentoria de este viaje no ha podido explicarse de manera convincente. En el marco de la primacía que el gobierno de Humala otorga a las relaciones con los países de América del Sur y a la necesidad de preservar nuestras relaciones con la nación llanera por encima de las cargas ideológicas de Chávez, puede aceptarse ese periplo. Sostuve  la semana pasada –y me reafirmo– que igual criterio podrían haber tenido Valentín Paniagua, Alejandro Toledo y Alan García.
Tropiezos financieros
Sin embargo, una aproximación que se esperaba prudente se quebró primero con el gesto de Humala de obsequiarle a Chávez un libro de “discursos” del dictador Juan Velasco Alvarado, gobernante de facto peruano que –como bien lo recordó en EXPRESO el periodista y ex congresista Arturo Salazar Larraín– atropelló el estado de derecho, persiguió a los líderes de los partidos políticos democráticos y conculcó la libertad de prensa. ¿Cómo pueden dos gobernantes ensalzar a semejante autócrata? ¿Alguien admitiría que Sebastián Piñera –por ejemplo–  obsequiara a un par latinoamericano un libro con los discursos de Augusto Pinochet?
Luego vinieron análisis más profundos sobre la naturaleza de los convenios suscritos entre las estatales Petroperú y PDVSA, a los cuales la voz oficialista presenta como muy convenientes para la empresa nacional y su ingreso a las grandes ligas por el volumen de producción petrolera de la venezolana.
Pero no se tomó en cuenta algo elemental resaltado por César Gutiérrez, un experto en el tema de los hidrocarburos y ex titular de Petroperú: los tropiezos financieros que sufrirá ésta por su alianza con una entidad manejada al antojo político de los intereses de Chávez. La cartera de proyectos de Petroperú se vería afectada a ojos de los bancos internacionales que observarán la necesidad de cobrar costos financieros fijos y no porcentajes sobre los resultados de cada operación.    
Chávez anunció a su vez que Petroperú tendrá participación en la explotación de la faja petrolífera del Orinoco a la que Humala alabó destacando “su potencial de desarrollo no sólo en el subsuelo sino en la superficie”. Si ni siquiera empezamos a  probar la nueva capacidad de nuestra empresa en las actividades propias de su rubro –añadiendo ahora la de exploración– dentro de nuestro país, ¿la haremos con la faja de norte venezolano? Como reza el dicho popular, son cosas del Orinoco que tú no sabes ni yo tampoco.
Las marchas
El otro grosero acontecimiento de la semana fue la Resolución N° 002-2012-JNE emitida por tres magistrados del ente jurisdiccional electoral que declaró nula otra del Registro de Organizaciones Políticas (dependiente del mismo Jurado Nacional de Elecciones) por la cual se había dispuesto la improcedencia de acreditar como partido político al Movimiento por la Amnistía y los Derechos Fundamentales (Movadef), organización de fachada del grupo subversivo Sendero Luminoso.
La generosa concesión de los tres miembros del pleno del JNE (José Luis Velarde Urdanivia, Greta Minaya Calle y Modesto Olegario de Bracamonte Meza) al terrorismo ha sido suficientemente desbaratada desde el punto de vista jurídico por entendidos de la materia. Lo que importa desentrañar es qué móviles extrajurisdiccionales tuvieron estas personas para soplar la pluma al ROP la responsabilidad de una decisión integral respecto a “objeciones no subsanables” y no hacer viable sólo la más importante de ellas: la sumisión al “Pensamiento Gonzalo”, enunciado ideológico con el cual se asesinó a miles de peruanos.
La resolución del JNE dio pie a que un grupo de ciudadanos se convocara inmediatamente a través de las redes sociales y marchara por las calles de Lima, en protesta contra esa irracionalidad. Se espera que el ROP ratifique su decisión primaria y no sea avasallado por sentencias infames y perniciosas para la débil democracia de nuestro país.
Y tan débil anda la democracia que otro de los órganos fundamentales del Estado, el Poder Judicial, volvió a sorprender a la ciudadanía a través de la decisión de una de sus juezas, Asunción Puma León, quien ordenó la detención del joven universitario Gastón Mansilla Yupanqui por abatir a un delincuente en acto de legítima defensa.
Esta vez sin embargo el titular del PJ, César San Martín, tuvo el buen tino de desmarcarse de tan absurda determinación manifestando que ella era revisable. Aún así, los compañeros de estudios de Mansilla y peruanos indignados con tal aberración (en un país donde los propios ciudadanos están obligados a velar por su propia seguridad ante la declinación de la fuerza pública) también salieron a las calles para expresar su rechazo a la resolución de la jueza Puma León. ¿Cuántas marchas más nos esperan sólo para que las autoridades actúen con un criterio elemental de justicia?
Devida
En medio de tanto contrasentido, se produjo un anuncio sensato: la designación de la psicóloga social y ex ejecutiva de CEDRO Carmen Masías como nueva titular de Devida.
Masías inició sus actividades reiterando que las tareas de erradicación de los cultivos ilegales de la hoja de coca no deben paralizarse; por supuesto ofreciendo mejoras en su ejecución. Ello le ha acarreado que también empiece una campaña  contra su persona y el propósito de no sumergirnos en experiencias de soterrado apoyo al narcotráfico. Hay muchos y deleznables intereses en juego detrás de la misma. Estemos atentos.  

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