COMENTARIO DEL EDITOR
Hay organizaciones con logotipos de fachada que el JNE debería poner en la congeladora o en la vía directa a la calle, inclusive con sanción penal para sus patrocinadores.
elcomercio.pe 17 de Febrero del 2010
Por: Juan Paredes Castro
El presidente del Jurado Nacional de Elecciones no va a cambiar la faz electoral del país que quisiera cambiar. Pero acaba de demostrar que puede intentarlo. Y bien.
Veamos dónde están sus fortalezas y dónde sus debilidades.
Para comenzar, necesitamos nivelar el piso político del país y tener al elector suficientemente advertido de lo que hará o dejará de hacer a la hora en que vaya a delegar poder municipal, regional, parlamentario y presidencial.
No estamos ante cualquier tarea como tampoco esta proviene de cualquier iniciativa.
En efecto, Hugo Sivina no podría asegurarnos el éxito de una cruzada cívica por un voto informado como la que acaba de lanzar si es que partidos y electores no se suman a la misma y si el propio JNE no se vuelve estrictamente severo en su fiscalización de padrones, candidatos y representaciones supuestamente reales y efectivas.
Si solo se pusiera una gruesa lupa sobre estas representaciones descubriríamos que hasta los más pintados partidos nacionales carecen de bases allí donde dicen tenerlas.
Sivina sabe en lo que se ha metido. Y así como lideró una propuesta de reforma judicial (una de las mejores que hemos visto en la historia del país) que espera su turno en el Congreso, su determinación de ponerse al frente de la cruzada cívica por un voto informado constituye todo un desafío motivador en dos planos: hacia afuera, buscando, en esencia, transparentar la política pública electoral; y hacia el interior de su institución, reforzando, con tecnicismo legal, lo que le ha faltado hasta hoy al JNE: la fiscalización sin piedad de partidos, organizaciones, movimientos y alianzas.
¿Sabe acaso el JNE que hay “dueños” de “partidos” y “movimientos” que se venden y se alquilan y que a la hora de inscribirse su negocio consiste en ponerle precio a cada candidatura?
Hay organizaciones con logotipos de fachada que el JNE debería poner en la congeladora o en la vía directa a la calle, inclusive con sanción penal para sus patrocinadores.
¡Que todo sea por un voto informado, cada vez menos secuestrado!
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