EDITORIAL DEL “EL COMERCIO”
Hoy, cuando se conmemoran 234 años de la Declaración de Independencia de Estados Unidos, es oportuno reflexionar sobre nuestras saludables relaciones bilaterales y hacer votos para que sigan estrechándose y perfeccionándose.
elcomercio.pe Domingo 4 de Julio del 2010
En los últimos años la histórica y amistosa relación del Perú y Estados Unidos se ha visto fortalecida. Evidencias de ello son la reciente visita del presidente Alan García a su par Barack Obama en Washington y la venida a Lima de la secretaria de Estado, Hillary Clinton, hace apenas un mes, como parte de su gira latinoamericana y para participar en la cuadragésima Asamblea General de Según últimas encuestas de El Comercio elaboradas por Ipsos Apoyo, la gran mayoría de peruanos tiene una opinión muy favorable de Estados Unidos (83%). En otro reciente sondeo se reafirma este parecer. A la pregunta: “¿Cuáles de los siguientes gobernantes cree que son los tres presidentes más amigos del Perú?”, las respuestas sitúan a Barack Obama — junto con Lula da Silva, de Brasil— en el primer lugar con 44% de las preferencias.
Los lazos con el país del norte no quedan en una cuestión meramente formal u oficial, ni en el ámbito de las autoridades políticas, sino de un sentimiento popular generalizado y medible.
La empatía con Estados Unidos es, curiosamente, más fuerte que la que tenemos con países vecinos, como Ecuador, Colombia, Chile y Argentina —y también con España— con los que nos hermanan vínculos bastante sólidos y antiguos, aparte de lengua y tradición.
Desde comienzos de la República ha sido uno de nuestros principales socios comerciales del Perú. Las relaciones bilaterales se vieron fuertemente impulsadas por asuntos de carácter comercial, transporte y navegación. Para 1851 ya se había suscrito el primer Tratado de Amistad, Comercio y Navegación. Salvo un breve período de interrupción de las relaciones diplomáticas, durante el gobierno de Ramón Castilla —restauradas por un propio enviado de este presidente, el notable diplomático Federico Barreda— la amistad entre nuestros pueblos ha sido la norma, al punto de que el Perú fue aliado de Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial. Y tuvo otro corto traspié tras el derrocamiento del presidente Manuel Prado, que fue subsanado por el primer belaundismo.
Pesa en esta sólida amistad el reconocimiento por lo que muchos consideran un sistema político que conjuga hoy una democracia ejemplar y ordenada con respeto a la libertad y un modelo económico eficiente.
La independencia de las colonias británicas de la costa atlántica de lo que hoy es Estados Unidos inspiró las ansias libertarias de las colonias españolas. Un pequeño grupo de patriotas declaró la independencia de un poderoso imperio y formó en el Nuevo Mundo: un gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo. La Carta Magna estadounidense fue, además, guía de nuestra primera Constitución.
Ya en nuestros tiempos, la firma del Tratado de Libre Comercio, TLC, con esta potencia del norte abre las puertas de un mercado de 350 millones de personas para nuestras exportaciones.
La política exterior peruana debe, como lo ha hecho hasta ahora, seguir dando prioridad a las relaciones con Estados Unidos, cuya postura tiene enorme gravitación en los organismos supranacionales, como la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Organización de Naciones Unidas (ONU). A más de ello, es garante del Protocolo de Río de Janeiro, que selló la paz con Ecuador, y de otros importantes instrumentos internacionales, observando una postura ponderada.
En cuanto a la problemática migratoria que a todos preocupa, el presidente Obama, en reciente discurso en la Universidad Americana en Washington, calificó de “sistema averiado” lo que desde hace décadas no resuelve el problema de millones de indocumentados: “La cuestión ahora es si tenemos el valor y la voluntad política de aprobar una ley en el Congreso para finalmente resolver el problema”, dijo.
En un mensaje alusivo a la fecha, la secretaria de Estado, Hillary Clinton, ha reafirmado el compromiso de su Gobierno con “el avance de los derechos humanos universales. Estamos muy orgullosos de nuestros fundadores. Aquellos bravos patriotas defendieron esos derechos hace 234 años”.
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