Allí había insumos químicos, seis toneladas de hoja de coca procesada y residuos de alcaloide de cocaína. Los dos detenidos, “Pantera” y “Chiki” –junto con otros tres menores– confesaron que trabajaban para el marido de Nancy y que entregaban la PBC a Rofina Peralta, madre de Nancy. La madre y el conviviente de Nancy son paisanos, de Andahuaylas.
El conviviente y otros parientes de la congresista Nancy Obregón implicados con el narcotráfico. La familia Sánchez Paredes acusada de lavado. ¿Alguien se sorprende?Si algo caracteriza a Nancy Obregón es su capacidad para mentir con soltura y descaro. Si hubiera canalizado sus capacidades y energías de manera positiva, habría sido una sobresaliente actriz de telenovela.
No conoce a su marido
Su último embuste es de antología: ella no sabía que su marido y padre de sus cinco hijos, Fabio Chávez, se dedicaba al narcotráfico. En Santa Rosa de Mishollo (Tocache, San Martín), el pequeño caserío donde vive la familia Chávez-Obregón, todo el mundo sabe a qué se dedica la pareja de Obregón. (Ver esta columna 20.9.09, “Narcopolítica”).
Desde tiempo atrás se conocía que Fabio Chávez estaba vinculado a una “firma” de narcotraficantes de la zona. El asunto es que no se podía probar judicialmente. Ahora, como reveló El Comercio, en el curso de una operación policial se descubrieron dos pozas de maceración de pasta básica de cocaína (PBC) en el “corazón de los predios de la familia Obregón Peralta”. (“El ‘químico’ del clan Obregón”, 24.3.10).
Allí había insumos químicos, seis toneladas de hoja de coca procesada y residuos de alcaloide de cocaína. Los dos detenidos, “Pantera” y “Chiki” –junto con otros tres menores– confesaron que trabajaban para el marido de Nancy y que entregaban la PBC a Rofina Peralta, madre de Nancy. La madre y el conviviente de Nancy son paisanos, de Andahuaylas.
Las hermanas de Nancy, ahora sometidas también a investigación, Carla y Marleni, tienen sus sembríos de coca ilegal colindantes a los de Nancy, Rofina y Fabio Chávez.
Como señala El Comercio, “desde Tocache hasta Aucayacu y Tingo María, la versión, persistente, era la misma: los nexos entre los allegados y parientes más cercanos de la congresista del Partido Nacionalista Peruano (PNP) Nancy Obregón Peralta (40) con las mafias del narcotráfico de la zona”.
¡La única que no se había enterado era la ingenua Nancy!
Miss CADE 2006
Luego de la acusación contra su marido, la ingenua Nancy reveló al Perú y al mundo, que el padre de sus cinco hijos no es su esposo, no está casada con él. Solo son convivientes. Como si eso justificara su candor, su inocencia, que la hacía desconocer lo que todo el mundo sabía en Mi-shollo y toda la región.
Y como cereza para coronar el pastel de falsedades, Nancy da a conocer ahora que está separada del ex policía Fabio Chávez. Que se apartó del padre de sus hijos cuando descubrió que antes había estado casado. Nancy en el apogeo de la candidez.
Las dotes de Nancy Obregón para el fraude y la falsificación son superlativas. Si no, que le pregunten a los asistentes al CADE 2006 en Arequipa, que la aplaudieron a rabiar cuando dijo que era una pobre campesina enemiga del narcotráfico, y los llamó, con lágrimas en los ojos a invertir en su región para acabar con la coca ilegal.
Asesor narco
El 28 de agosto de 2009, un ex empleado de Nancy en su despacho del Congreso, Max Caller, fue detenido por la policía en Lima con 140 kilos de cocaína. Por supuesto, la ingenua Nancy no sabía nada de las andanzas de Caller.
En esa ocasión, Nancy anunció que su asesor principal, Marcos Olano García, asumiría su defensa en caso que alguien la comprometa a ella con el narcotráfico. La revista Caretas reveló que el abogado Olano “antes de laborar en el despacho de Obregón defendió por lo menos a cuatro narcotraficantes”. (“Mata de coca”, 10.9.09).
En síntesis, si le creemos a Nancy, ella está rodeada de personas vinculadas al narcotráfico pero no se ha enterado de nada. Es como chapotear en una poza de maceración sin ensuciarse con la PBC.
Narcotráfico y política
El responsable de que Nancy Obregón esté ahora en el Congreso, protegida por la inmunidad parlamentaria, es Ollanta Humala, que la incluyó en su lista a pesar de estar advertido de lo que eso significaba. También llevó a Elsa Malpartida, una arrepentida de Sendero Luminoso.
La infiltración del narcotráfico en la política va mucho más allá de las parlamentarias nacionalistas, por supuesto. Hace un par de años se revelaron las conexiones del congresista aprista, por La Libertad, Elías Rodríguez con la familia Sánchez Paredes, hoy denunciada por lavado de activos y vinculada al narcotráfico desde hace décadas.
En el Congreso, naturalmente, no pasó nada. Como tampoco ha ocurrido nada durante cuatro años con Obregón. Como probablemente tampoco ocurrirá nada ahora. Lo cual no hace sino demostrar el creciente, silencioso y omnipresente poder del narcotráfico.
Por último, cabe rechazar los infundios de Obregón contra Miguel Ramírez, jefe de la Unidad de Investigación de El Comercio, y autor de numerosos reportajes sobre el narcotráfico.
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